A pesar de siempre haberlo estimado como género de élite en el metal extremo, y de haberlo disfrutado varios años durante mi adolescencia, hasta hace poco me sentía desconectado de el. Obviamente los tiempos cambian (las personas también) y a veces solo basta con volver a lo que alguna vez nos apasionó para que la llama vuelva a encenderse.
Al principio, explore las bandas a las que, por lo general, se tiene acceso inmediato. Darkthrone, Dark Funeral, Marduk e Immortal plagaron mi reproductor de MP3 por mucho tiempo. Incluso sin llegar a comprender completamente la música. Pero luego de una leve saturación, y mi creciente interés por el death metal, terminé abandonando la exploración hasta hace relativamente poco.
No soy un aventurado en el género, mucho menos un gran conocedor, pero puedo decir que escuché lo suficiente para crear una identidad.
En los últimos meses, guiado por un sentimiento nostálgico/reflexivo, tal vez incluso atraído por el aire invernal y una etapa de mi vida muy contemplativa, decidí escarbar nuevamente este frío y desolado mundo, pero con una característica diferente: ya no soy el mismo y el black metal directo y ruidoso poco o nada tiene para decirme.
Por eso, he decidido armar una especie de compendio donde no solo explicaré cual es el estilo que más me gusta y por qué, sinó que también daré una lista detallada de álbumes que considero fundamentales tanto en el desarrollo del género como en mi evolución personal.
Sin más que decir ¿Cómo considero que debe ser el black metal?
Lo mío definitivamente no es el estilo más crudo y primitivo (o "raw" como también se lo conoce) de bandas como Illdjarn o Mütiilation. Tampoco el sinfónico de vidriera, como el de Cradle of Filth. Más bien, se ubica en una zona gris y central en el mapa del género.
Como eje principal, se encuentra el black metal atmosférico por poseer las características primordiales y que encuentro más interesantes; el uso de teclados sutiles para dar clima, nunca para virtuosismo empalagoso; ritmos medios o lentos de trance y repetitivos; paisajes naturales (bosques, nieve, ruinas) como inspiración estética y un aire más cercano a lo meditativo/hipnótico que al ataque frontal.
En resumen, podríamos definir mi estilo como “black metal atmosférico/melódico naturalista”, sin afirmar que tal cosa exista más allá de una etiqueta personal que uso para clasificarlo. Este black metal, que va del bosque nevado al trance minimalista, con teclados discretos y una melancolía épica sin exagerar, es sin lugar a dudas mi estilo predilecto.
Es una corriente que se ubica entre Burzum y las melodías suecas, tocando las ramas folk y doom.
A continuación, daré a conocer mi selección personal la cual no solo pretende ser una recopilación de, como les mencioné más arriba, discos favoritos o fundamentales, sino también una "lista de compras". Si te interesa este estilo de black metal y el formato físico, esta puede ser una buena guía para comenzar a comprar tus primeros discos. De hecho, es la lista que estoy siguiendo con ese fin, tanto por calidad musical como por rareza, ya que la mayoría de estos discos son difíciles de conseguir y, en caso de verlos, aconsejo comprarlos si es posible.
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Noruega – la raíz del sonido primordial.
• Satyricon – Dark Medieval Times (1993)
Medievalismo frío, acústicas, atmósfera nocturna. Uno de mis pilares.
• Satyricon – The Shadowthrone (1994)
Más épico, más bruma. Teclados perfectamente ubicados.
• Burzum – Hvis Lyset Tar Oss (1994)
Hipnótico, lento, repetitivo. Oscuridad contemplativa.
• Burzum – Filosofem (1996)
Minimalismo absoluto. El disco que convierte monotonía en trance.
• Ulver – Bergtatt (1995)
Naturaleza pura. Black metal con folk, voces limpias pastorales en dosis justas.
• Enslaved – Frost (1994)
Viking/black con pasajes atmosféricos, no brutalidad sin sentido.
• Mysticum – In the Streams of Inferno (1996)
Industrial, pero atmosférico, alienante. Si querés variar sin salirte del trance.
• Gehenna – First Spell (1994)
Un EP espléndido con teclados, nocturno, lúgubre sin caer en el sinfonismo barato.
• Limbonic Art – Moon in the Scorpio (1996)
Teclados omnipresentes pero en un registro oscuro y atmosférico, no "Disney metal".
• Troll – Drep de Kristne (1995)
Teclados fríos, melodías decrepitas, con la misma estética que Gehenna en First Spell.
• Obtained Enslavement – Centuries of Sorrow (1994)
Black atmosférico con un aire teatral, pero muy oscuro, nada de espectáculo barato.
• Kvist – For kunsten maa vi evig vike (1996)
Un disco, épico, melódico, atmosférico.
• Abigor - Verwüstung / Invoke the Dark Age (1994)
Avasallante, medieval, con teclados sutiles y riffs melódicos. Tiene un aire cercano a Satyricon primera época.
• Abigor - Nachthymnen (From the Twilight Kingdom) (1995)
Su disco más atmosférico y grandilocuente, con pasajes medievales. Un poco más barroco de lo que suelo preferir.
• Windir - Sóknardalr (1997)
Lo más primitivo y atmosférico de Windir, con teclados crudos y ese aire pagano aún oscuro.
• Windir- Arntor (1999)
Muy épico, folk a pleno, aunque todavía con una buena atmósfera.
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Suecia – la rama más sombría.
• Dissection – Storm of the Light’s Bane (1995)
Melodías gélidas, riffs en espiral. Oscuridad nórdica sin llegar a ser sinfónico.
• Sacramentum – Far Away from the Sun (1996)
El primo oscuro de Dissection. Paisajes helados, atmósfera perfecta.
• Arckanum – Fran Marder (1995)
Black rural, primitivo, casi pagano. Un bosque sueco en sonido.
• Vinterland – Welcome My Last Chapter (1996)
La joya enterrada del black sueco: melodías como cuchillos de hielo.
• Dawn – Nær Sólen Gar Niþer For Evogher (1994)
Larguísimas composiciones, riffs envolventes, atmósfera épica y fría.
• Setherial – Nord… (1996)
Muy en la vena de Dark Medieval Times, épico, una tormenta de nieve.
• The Black – The Priest of Satan (1994)
Riffs densos, ambiente ritual, cero comercialidad.
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Finlandia – oscuridad lenta y atmosférica.
• Beherit – Drawing Down the Moon (1993)
Black ritualista, con teclados malignos. Muy hipnótico.
• Thy Serpent – Forests of Witchery (1996)
Teclados melancólicos, riffs lentos, atmósfera otoñal.
• Horna – Hiidentorni (1997)
Todavía cercano a la vieja escuela, pero con bruma y melodía.
• Darkwoods My Betrothed – Heirs of the Northstar (1995)
Paganismo finlandés, teclados discretos, ambiente melancólico.
• Alghazanth – Thy Aeons Envenomed Sanity (1999)
Teclados protagonistas, pero en un registro sombrío y serio.
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Otros puntos cardinales:
• Kawir – To Cavirs (1994, Grecia)
Paganismo mediterráneo, crudo pero con épica oscura.
• Blut Aus Nord – Ultima Thulée (1995, Francia)
Muy influido por Hvis Lyset Tar Oss. Cósmico, frío, repetitivo.
• Trist – Zrcadlení melancholie (1999, Chequia)
Larguísimos temas hipnóticos, guitarras repetitivas, atmósfera narcótica.
• Eternity – …and the Gruesome Returns with Every Night (2004, Alemania)
Black metal muy ambiental con melodías heladas, muy poco conocido.
• Forest – Like a Blaze Above the Ashes (1996, Rusia)
Naturaleza, crudeza atmosférica, con la escuela Burzum presente.
• Lunar Aurora – A Haudiga Fluag (1998, Alemania)
Black ocultista, teclados etéreos, ambiente denso y misterioso.
• Elysian Blaze – Levitating the Carnal (2006, Australia)
Funeral black/doom, atmósfera sofocante y lenta, perfecto si querés entrar en el abismo.
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Extras cuestionables:
• Emperor – In the Nightside Eclipse (1994)
Tiene un ambiente muy único, teclados que no son decoración sino oscuridad real, largas secciones épicas y ese aire naturalista que todavía lo hace sonar salvaje. Es sinfónico, pero en su forma arcaica y oscura, no el “pomposo” de después. Es por esto que considero puede entrar en mi selección.
• Dimmu Borgir – For All Tid (1994)
Este primer disco también entra, aunque al borde. Nada que ver con el circo de los años siguientes: acá son más crudos, con teclados fúnebres y un aire melancólico. Suena ingenuo y atmosférico, más cerca de Gehenna - First Spell que del Dimmu que todos critican.
• Behemoth – Sventevith (Storming Near the Baltic) (1995)
Su debut. Mucho teclado ambiental, pasajes lentos, un aire místico naturalista, claramente inspirado en Burzum y Emperor. Este es el que más coincide con mi preferencia, el resto deja de interesarme.
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